¿Es posible mantener la casa fresca sin que nuestra factura de la luz se resienta este verano? ¡Claro que sí!, te vamos a contar como.
La llegada del verano y el incremento de las temperaturas hace casi obligatorio el uso de los aires acondicionados, pero si consigues mantener tu casa fresca puedes disminuir su tiempo de uso y que tu factura de la luz no aumente durante estos meses.
6 Claves para mantener tu casa fresca en verano ahorrando en tu factura.
Hoy te proponemos 6 claves, según la OCU, que puedes poner en práctica para mantener tu hogar fresco sin necesidad de utilizar tantas horas de aire acondicionado y ahorrando electricidad.
1. Aprovecha la ventilación natural.
Cuando la temperatura exterior comience a bajar fuera de casa, abre las ventanas. Aprovéchate de la ventilación natural a primera hora del día o por la noche y abre ventanas en fachadas opuestas, lo que provoca una corriente de aire por la diferencia de temperatura entre ellas.
2. Intenta impedir la entrada de aire caliente.
La medida elemental es mantener cerradas puertas, ventanas y persianas en las horas de más calor, entre media mañana y media tarde. Te recomendamos que uses toldos para proteger tu casa durante esas horas centrales del día.
3. Utiliza ventiladores la mayor parte del tiempo.
Un ventilador no reduce la temperatura del aire, pero lo hace circular más rápido y la sensación de frescor es mayor.
4. Trata de disminuir las fuentes de calor.
Limita el uso de electrodomésticos y bombillas. Procura no utilizar el horno, la plancha, la secadora o cualquier aparato que funcione con resistencias durante las horas de más calor.
5. Coloca en la terraza plantas que generen sombra.
Usa plantas grandes o de hojas largas en la terraza o balcón para generar sombra en el interior de tus estancias y conseguir que se mantengan más frescas. Otra idea es colocar hiedras, enredaderas u otro tipo de plantas trepadoras en tu fachada, ya que contribuyen a reducir la temperatura de las paredes.
6. Apuesta por los colores claros y los tejidos frescos.
Durante los meses de más calor olvídate de las alfombras y usa tejidos más frescos en tus habitaciones, como el algodón o el lino. Además, decora con colores claros como el blanco, el gris claro o el beige, ya que no absorben ni luz ni calor.
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